11 de Mayo DIA DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO.



Junto con la bandera, la escarapela y el escudo, el Himno Nacional conforma el núcleo de símbolos patrios que identifican institucionalmente a la nación. El 11 de mayo de 1813, la Asamblea General Constituyente que regía los destinos del país aprobó la letra de la Marcha Patriótica, compuesta por Vicente López y Planes en sólo dos meses a partir del pedido que la propia Asamblea le hiciera el 6 de marzo. La iniciativa había surgido del Triunvirato, que el 22 de julio de 1812 sugirió al Cabildo que encargara la composición de una “marcha de la patria”, que sería escuchada de pie y al descubierto al inicio de las funciones teatrales y en las escuelas al finalizar cada día de clases.Desde su creación, el Himno tuvo varias denominaciones: Marcha Patriótica, Canción Patriótica Nacional y Canción Patriótica, hasta que en 1847 se lo llamó definitivamente Himno Nacional Argentino. La letra del Himno, que se cantó por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson el 14 de mayo de 1813, estuvo a cargo de Vicente López y Planes, mientras que la música fue compuesta por Blas Parera. La versión completa consta de 9 estrofas de 8 versos, más un estribillo de 4. La mayoría de las 76 líneas originales combinan referencias a los deseos de libertad e independencia de Argentina y otros pueblos de América (menciona expresamente a México, Quito, Potosí, Cochabamba, La Paz y Caracas) y cierto desdén por el dominio español (aparecen incluso algunas referencias despectivas a España: “el ibérico altivo león”; “fieros tiranos”; “vil invasor”; “tigres sedientos de sangre”; “fiero opresor de la Patria”). La versión original del Himno era la siguiente:
Oíd, mortales, el grito sagrado:
Libertad, Libertad, Libertad.
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación,
coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león.
Sean eternos los laureles,que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animarla grandeza se anida
en sus pechos:a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,lo que va renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.
Pero sierras y muros se sientenre
tumbar con horrible fragor:todo el país se conturba
por gritosde venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel;su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
¿No los véis sobre México y Quitoarrojarse con saña tenaz
y cuál lloran, bañados en sangre,Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los véis sobre el triste Caracasluto , llantos y muerte esparcir?
¿No los véis devorando cual fierastodo pueblo que logran rendir?
A vosotros se atreve, argentinos,el orgullo del vil invasor;
vuestros campos ya pisa contandotantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos, que unidos juraronsu feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangrefuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armascorre ardiendo con brío y valor,el clarín de la guerra, cual trueno,en los campos del Sud resonó.Buenos Ayres se pone a la frentede los pueblos de la ínclita unión,y con brazos robustos desgarranal ibérico altivo León.San José, San Lorenzo, Suipacha,ambas Piedras, Salta y Tucumán,La Colonia y las mismas murallasdel tirano en la Banda Oriental.Son letreros eternos que dicen:aquí el brazo argentino triunfó,aquí el fiero opresor de la Patriasu cerviz orgullosa dobló.La victoria al guerrero argentinocon sus alas brillante cubrió,y azorado a su vista el tiranocon infamia a la fuga se dio.Sus banderas, sus armas se rindenpor trofeos a la libertad,y sobre alas de gloria alza el pueblotrono digno a su gran majestad.Desde un polo hasta el otro resuenade la fama el sonoro clarín,y de América el nombre enseñadoles repite: "¡Mortales, oíd!:ya su trono dignísimo abrieronlas Provincias Unidas del Sud".Y los libres del mundo responden:"Al gran pueblo argentino, ¡salud!Sean eternos los laurelesque supimos conseguir.Coronados de gloria vivamos...¡o juremos con gloria morir!



Blas Parera




Tras la finalización de las Guerras de Independencia y con la consolidación del estado nacional, el furor anti-ibérico perdió sentido y el acercamiento a España se convirtió en una política de estado. Por ello, en el año 1900, el presidente Julio A. Roca y sus ministros Felipe Yofre, Luis María Campos, José María Rosa, Martín Rivadavia, Martín García Merou y Emilio Civit firmaron el siguiente decreto:“Dado que, sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie; el presidente de la República, en acuerdo de ministros, decreta que en las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la canción nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de marzo de 1813”.En consecuencia, más de un siglo después, seguimos entonando la siguiente versión reducida del Himno Nacional Argentino:
Oíd mortales el grito sagrado:Libertad,
Libertad, Libertad,oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud,
y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino salud.
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.